¿Qué se puede hacer a los dieciséis años si una vive en “el sobaco del universo”, es decir, Belham, Massachusetts? Tal vez el pasatiempo más inofensivo sea perderse con las amigas en el bosque, tomarse unas cervezas, fumarse un paquete de cigarrillos, soñar con un futuro más emocionante.
Para Darby, Mel y Stacey, aquella tarde era como cualquier otra: un rato de intimidad compartida, alguna falta menor, los primeros pasos hacia la vida adulta. Pero la escena que presenciaron en la espesura del bosque les arrancó la inocencia de cuajo, quebró su amistad y dejó atrás un reguero de sangre y de dolor.
Veinticinco años después, el secuestro de Carol Cranmore, una adolescente de Belham, pone en guardia a la policía y al FBI, que saben que se encuentran ante un nuevo ataque de un asesino en serie, presumiblemente el mismo a quien llevan años persiguiendo: el Viajero. Sólo una víctima ha logrado zafarse de las garras del temible criminal, pero su estado es tan deplorable que apenas puede colaborar en su captura. Acosada por los fantasmas del pasado, Darby McCormick, miembro del Departamento de Policía de Boston, asume el caso como algo personal: debe encontrar a Carol y saldar una deuda con el pasado aunque lograrlo le cueste la vida.
Mientras tanto, Carol despierta en una celda oscura. Está asustada, no sabe donde está…oye gritos a lo lejos…gritos de mujeres encerradas como ella. Pero de vez en cuando suena un zumbido, y todas las celdas se abren. Carol cruza el umbral, bajo la atenta mirada de un sádico asesino, dispuesto a dar rienda suelta a sus fantasías mas perversas. Se inicia una caza que solo tiene dos reglas básicas: esconderse o morir.