Aleph, la nueva obra de Paulo Coelho, nos invita a pasar a la acción, porque llega un momento en el que sentimos la necesidad de plantearnos como vivimos nuestra vida, si estamos donde queremos estar y si hacemos lo que queremos hacer. Hay libros que se leen. Aleph, se vive.
"Aleph marca el retorno de Paulo Coelho a sus orígenes. En esta sorprendente novela el autor narra cómo una grave crisis de fe lo llevó a salir en busca de un camino de renovación y crecimiento espiritual.
Paulo decide comenzar de nuevo: viajar, experimentar, volver a conectarse con el mundo y las personas, dejándose conducir por las señales. En este viaje, dentro del tren Transiberiano a través de Europa, África y Asia, acompañado por Yao, su traductor y maestro de Aikido, se reencontrará con Hilal, una joven violinista que dice tener una conexión especial con el autor. Paulo Coelho descubrirá que Hilal fue una joven que el amó hace más de 500 años, en otra vida, cuando ella era una muchacha perseguida por la inquisición española y el un sacerdote que se ha criado junto a ella y la ha amado a pesar de sus votos de sacerdocio y a pesar de no haber podido estar nunca con ella debido a ellos. Junto a ella, Paulo experimentará la vivencia del , el punto en el que se concentra toda la energía del Universo, ese encuentro da inicio a un viaje místico a través del espacio y el tiempo, del pasado y del presente, en busca del amor y del perdón. La fuerte conexión entre ambos abre las ventanas de sus almas y la puerta del Aleph, un punto que contiene a todo el Universo, llevándolos a otra dimensión en busca de una oportunidad para reescribir su destino.
En este viaje, Paulo recordará vidas pasadas y descubrirá que a pesar de amar a su mujer, y de saber que nunca podrá traicionarla, ya que es con su mujer con la que quiere pasar el resto de sus días, conocerá una nueva forma de amor. Ya que al fin y al cabo, es el amor el lugar donde todo cobra sentido."
"Tomo un café mientras espero la hora de la cena. Mónica, mi agente y mi mejor amiga, también baja y se sienta a mi mesa. Hablamos de algunas cosas sin importancia. Veo que está cansada de haber pasado todo el día con los profesionales del libro, mientras controlaba por teléfono, junto a la editora inglesa, lo que sucedía en mi encuentro con los lectores.
Empezamos a trabajar juntos cuando ella aún tenía veinte años; era una lectora entusiasmada que estaba convencida de que un escritor brasileño podría ser traducido y publicado fuera de su país. Mónica abandonó la facultad de Ingeniería Química, en Río de Janeiro, se mudó a España con su novio y se puso a llamar a las puertas de las editoriales, a enviar cartas explicándoles que tenían que prestarle atención a mi trabajo.
Un día fui hasta la pequeña ciudad de Cataluña en la que ella vivía, la invité a un café y le pedí que dejase todo aquello y que pensase más en su vida y en su futuro, ya que nada estaba dando resultado. Ella se negó y me dijo que no podría volver a Brasil con una derrota. Intenté convencerla de que había vencido, había sido capaz de sobrevivir (distribuyendo panfletos, trabajando de camarera) y había tenido la experiencia única de vivir fuera de su país. Mónica siguió negándose. Salí de aquel café con la sensación de que ella estaba desperdiciando su vida, pero que nunca conseguiría hacerla cambiar de idea, pues era muy testaruda.
Seis meses después la situación cambió por completo y, en otros seis meses, ella tenía el dinero suficiente para comprar un apartamento.
Creyó en lo imposible y, precisamente por eso, venció batallas que todos —incluido yo— considerábamos perdidas. Ésa es la cualidad del guerrero: entender que voluntad y coraje no son lo mismo. El coraje puede atraer el miedo y la adulación, pero la fuerza de voluntad requiere paciencia y compromiso. Los hombres y las mujeres con una inmensa fuerza de voluntad son generalmente solitarios, porque transmiten frialdad.
Mucha gente piensa que Mónica es un poco fría, pero no podrían estar más lejos de la verdad: en su corazón arde un fuego secreto, tan intenso como en la época en la que nos reunimos en aquel café. A pesar de todo lo que ha conseguido, mantiene el entusiasmo de siempre."
Empezamos a trabajar juntos cuando ella aún tenía veinte años; era una lectora entusiasmada que estaba convencida de que un escritor brasileño podría ser traducido y publicado fuera de su país. Mónica abandonó la facultad de Ingeniería Química, en Río de Janeiro, se mudó a España con su novio y se puso a llamar a las puertas de las editoriales, a enviar cartas explicándoles que tenían que prestarle atención a mi trabajo.
Un día fui hasta la pequeña ciudad de Cataluña en la que ella vivía, la invité a un café y le pedí que dejase todo aquello y que pensase más en su vida y en su futuro, ya que nada estaba dando resultado. Ella se negó y me dijo que no podría volver a Brasil con una derrota. Intenté convencerla de que había vencido, había sido capaz de sobrevivir (distribuyendo panfletos, trabajando de camarera) y había tenido la experiencia única de vivir fuera de su país. Mónica siguió negándose. Salí de aquel café con la sensación de que ella estaba desperdiciando su vida, pero que nunca conseguiría hacerla cambiar de idea, pues era muy testaruda.
Seis meses después la situación cambió por completo y, en otros seis meses, ella tenía el dinero suficiente para comprar un apartamento.
Creyó en lo imposible y, precisamente por eso, venció batallas que todos —incluido yo— considerábamos perdidas. Ésa es la cualidad del guerrero: entender que voluntad y coraje no son lo mismo. El coraje puede atraer el miedo y la adulación, pero la fuerza de voluntad requiere paciencia y compromiso. Los hombres y las mujeres con una inmensa fuerza de voluntad son generalmente solitarios, porque transmiten frialdad.
Mucha gente piensa que Mónica es un poco fría, pero no podrían estar más lejos de la verdad: en su corazón arde un fuego secreto, tan intenso como en la época en la que nos reunimos en aquel café. A pesar de todo lo que ha conseguido, mantiene el entusiasmo de siempre."
"Hay una linterna en una de las puertas de la antigua muralla, y Samil nos explica su significado: —Aquí está el origen de uno de los más célebres proverbios árabes: “La luz ilumina sólo al extranjero”.
Comenta que el proverbio se aplica muy bien a la situación que estamos viviendo ahora. Samil sueña con ser escritor y luchar por ser reconocido en su propio país mientras que yo, un autor brasileño ya soy conocido por aquí. Explico que nosotros tenemos un proverbio semejante:“Nadie es profeta en su tierra”. Siempre tendemos a valorar lo que viene de lejos, sin reconocer jamás todo lo bello que está a nuestro alrededor."
"Antes de que yo pueda reaccionar, ella saca un violín de la mochila y empieza a tocar. Los lectores que ya se estaban apartando se vuelven hacia aquel concierto inesperado. Hilal toca con los ojos cerrados, como si estuviese en trance. Miro el arco moviéndose de un lado a otro, tocando las cuerdas en un solo punto y haciendo que las notas de una melodía que nunca he escuchado empiecen a decirme algo que no sólo yo, sino todos los que estamos allí, necesitamos escuchar. Hay momentos de pausa, momentos de éxtasis, momentos en que todo su cuerpo baila con el instrumento, pero la mayor parte del tiempo sólo mueve el tronco y las manos. Cada nota deja en cada uno de nosotros un recuerdo, pero es toda la melodía la que cuenta una historia. La historia de alguien que quería acercarse a otra persona, que fue rechazado unas cuantas veces y que aun así continuó insistiendo. Mientras Hilal toca, recuerdo los muchos momentos en los que la ayuda llegó justamente de aquellas personas que yo pensaba que nada iban a aportar a mi vida.Cuando acaba de tocar no hay aplausos, sólo un silencio que casi se puede tocar.
—Gracias —digo.
—He compartido un poco mi alma, pero todavía falta mucho para cumplir mi misión. ¿Puedo ir contigo?
Por lo general, tengo dos reacciones ante la gente que insiste mucho. O me aparto inmediatamente, o me dejo fascinar por completo. No puedo decirle a nadie que los sueños son imposibles. Tampoco todos tienen la fuerza de Mónica en aquel bar de Cataluña y, si consigo convencer a una sola persona para que deje de luchar por algo que está seguro que merece la pena, acabaré por convencerme a mí mismo también, y toda mi vida saldrá perdiendo por eso.
Había sido un día gratificante. Llamo al embajador y le pregunto si es posible incluir a un invitado más en la cena. Gentilmente me dice que mis lectores me representan."
Comenta que el proverbio se aplica muy bien a la situación que estamos viviendo ahora. Samil sueña con ser escritor y luchar por ser reconocido en su propio país mientras que yo, un autor brasileño ya soy conocido por aquí. Explico que nosotros tenemos un proverbio semejante:“Nadie es profeta en su tierra”. Siempre tendemos a valorar lo que viene de lejos, sin reconocer jamás todo lo bello que está a nuestro alrededor."
"Antes de que yo pueda reaccionar, ella saca un violín de la mochila y empieza a tocar. Los lectores que ya se estaban apartando se vuelven hacia aquel concierto inesperado. Hilal toca con los ojos cerrados, como si estuviese en trance. Miro el arco moviéndose de un lado a otro, tocando las cuerdas en un solo punto y haciendo que las notas de una melodía que nunca he escuchado empiecen a decirme algo que no sólo yo, sino todos los que estamos allí, necesitamos escuchar. Hay momentos de pausa, momentos de éxtasis, momentos en que todo su cuerpo baila con el instrumento, pero la mayor parte del tiempo sólo mueve el tronco y las manos. Cada nota deja en cada uno de nosotros un recuerdo, pero es toda la melodía la que cuenta una historia. La historia de alguien que quería acercarse a otra persona, que fue rechazado unas cuantas veces y que aun así continuó insistiendo. Mientras Hilal toca, recuerdo los muchos momentos en los que la ayuda llegó justamente de aquellas personas que yo pensaba que nada iban a aportar a mi vida.Cuando acaba de tocar no hay aplausos, sólo un silencio que casi se puede tocar.
—Gracias —digo.
—He compartido un poco mi alma, pero todavía falta mucho para cumplir mi misión. ¿Puedo ir contigo?
Por lo general, tengo dos reacciones ante la gente que insiste mucho. O me aparto inmediatamente, o me dejo fascinar por completo. No puedo decirle a nadie que los sueños son imposibles. Tampoco todos tienen la fuerza de Mónica en aquel bar de Cataluña y, si consigo convencer a una sola persona para que deje de luchar por algo que está seguro que merece la pena, acabaré por convencerme a mí mismo también, y toda mi vida saldrá perdiendo por eso.
Había sido un día gratificante. Llamo al embajador y le pregunto si es posible incluir a un invitado más en la cena. Gentilmente me dice que mis lectores me representan."
"La editora sonríe como si estuviese satisfecha con el fin de la discusión, pero sé que a la primera oportunidad se va a vengar. No merece la pena explicar que en la venganza lo máximo que puede suceder es que nos igualemos a nuestros enemigos, mientras que con el perdón demostramos más sabiduría e inteligencia. Salvo los monjes del Himalaya y los santos de los desiertos, creo que todos tenemos esos sentimientos porque forman parte esencial de la condición humana. No debemos ser juzgados por eso."
"-¿Por qué me has traído aquí? Por primera vez desde que nos conocimos en Moscú, Yao no sabe qué decir.
—Porque ayer me preguntaste si creía en Dios. Creí, hasta que él me separó de la persona que más amaba en el mundo, mi mujer. Siempre pensé que iba a morir antes que ella, pero no fue eso lo que sucedió —me cuenta Yao—. El día que nos conocimos, tuve la certeza de que ya la conocía desde que nací. Llovía mucho, ella no aceptó que la invitase a tomar un té, pero yo ya sabía que éramos como las nubes que se unen en el cielo y ya no es posible decir dónde empieza una y dónde acaba la otra. Un año después estábamos casados, como si fuese la cosa más esperada y más natural del mundo. Tuvimos hijos, honramos a Dios y a la familia... hasta que un día el viento llegó y volvió a separar las nubes."
"—Y cuando vi cómo tú y la chica os mirabais en el tren, en aquel cubículo donde están las puertas, me acordé de mi mujer, de su primera mirada,que incluso antes de hablar de nada ya me decía: «Estamos juntos otra vez.» Por eso decidí traerte aquí. Para preguntarte si eres capaz de ver lo que no podemos, si sabes dónde se encuentra ella en este momento.
Entonces me doy cuenta , de que fue testigo del momento en el que Hilal y yo penetramos en el Aleph. Miro de nuevo el lugar, le agradezco que me haya llevado hasta allí y le pido que sigamos andando.
—No hagas sufrir a esa chica. Cada vez que la veo mirándote, me parece que ya os conocéis desde hace mucho tiempo.
Pienso para mí mismo que eso no es algo de lo que deba preocuparme.
—En el tren me preguntaste si me gustaría acompañarte a algo que vas a hacer esta noche. ¿La invitación sigue en pie?
-Podemos hablar sobre eso más tarde. Es una pena que nunca me hayas visto contemplando a mi mujer cuando duerme. También sabrías leer mis ojos y entenderías por qué estamos casados desde hace casi treinta años."
"—Te amo.—No, no es eso lo que estoy diciendo —me exaspero—. Ya he encontrado a la mujer que tenía que encontrar en esta reencarnación. Me llevó tres matrimonios, pero ahora no pretendo dejarla por nadie de este mundo. Nos conocemos desde hace muchos siglos y permaneceremos juntos en los siglos venideros."
"-¿Por qué me has traído aquí? Por primera vez desde que nos conocimos en Moscú, Yao no sabe qué decir.
—Porque ayer me preguntaste si creía en Dios. Creí, hasta que él me separó de la persona que más amaba en el mundo, mi mujer. Siempre pensé que iba a morir antes que ella, pero no fue eso lo que sucedió —me cuenta Yao—. El día que nos conocimos, tuve la certeza de que ya la conocía desde que nací. Llovía mucho, ella no aceptó que la invitase a tomar un té, pero yo ya sabía que éramos como las nubes que se unen en el cielo y ya no es posible decir dónde empieza una y dónde acaba la otra. Un año después estábamos casados, como si fuese la cosa más esperada y más natural del mundo. Tuvimos hijos, honramos a Dios y a la familia... hasta que un día el viento llegó y volvió a separar las nubes."
"—Y cuando vi cómo tú y la chica os mirabais en el tren, en aquel cubículo donde están las puertas, me acordé de mi mujer, de su primera mirada,que incluso antes de hablar de nada ya me decía: «Estamos juntos otra vez.» Por eso decidí traerte aquí. Para preguntarte si eres capaz de ver lo que no podemos, si sabes dónde se encuentra ella en este momento.
Entonces me doy cuenta , de que fue testigo del momento en el que Hilal y yo penetramos en el Aleph. Miro de nuevo el lugar, le agradezco que me haya llevado hasta allí y le pido que sigamos andando.
—No hagas sufrir a esa chica. Cada vez que la veo mirándote, me parece que ya os conocéis desde hace mucho tiempo.
Pienso para mí mismo que eso no es algo de lo que deba preocuparme.
—En el tren me preguntaste si me gustaría acompañarte a algo que vas a hacer esta noche. ¿La invitación sigue en pie?
-Podemos hablar sobre eso más tarde. Es una pena que nunca me hayas visto contemplando a mi mujer cuando duerme. También sabrías leer mis ojos y entenderías por qué estamos casados desde hace casi treinta años."
"—Te amo.—No, no es eso lo que estoy diciendo —me exaspero—. Ya he encontrado a la mujer que tenía que encontrar en esta reencarnación. Me llevó tres matrimonios, pero ahora no pretendo dejarla por nadie de este mundo. Nos conocemos desde hace muchos siglos y permaneceremos juntos en los siglos venideros."
"Hay un pasaje en la Biblia, durante la Última Cena, en el que Jesús dice la misma frase: «Uno de vosotros me va a negar y otro me traicionará.» Califica ambos crímenes como igualmente graves. Judas lo traiciona y, corroído por la culpa, acaba ahorcándose. Pedro lo niega, no sólo una, sino tres veces. Tuvo bastante tiempo para reflexionar e insistió en el error. Pero en vez de castigarse por ello, usa su debilidad como fuerza; se convierte en el primer gran predicador del mensaje de aquel al que abandonó cuando más necesitaba de su compañía. O sea: el mensaje del amor era mayor que el error. Judas no lo entendió, y Pedro lo usó como herramienta de trabajo."
"El amor siempre vence a eso que llamamos muerte. Por eso no tenemos que llorar por nuestros seres queridos, porque siguen siendo queridos y permanecen a nuestro lado. Tenemos una gran dificultad para aceptarlo. Si no lo creéis, no merece la pena que siga con la explicación."
"Miro a Hilal con amor, el amor que se refleja como un espejo a través del tiempo, o de aquello que imaginamos que es el tiempo. Nunca ha sido mía y jamás lo será, porque así está escrito. Si somos creadores y criaturas, también somos marionetas en las manos de Dios; hay un límite que no podemos traspasar, porque es algo que fue dictado por razones que desconocemos. Podemos llegar muy cerca, tocar el agua del río con nuestros pies, pero está prohibido sumergirse y dejarse llevar por la corriente. Le doy las gracias a la vida porque me ha permitido reencontrarla en el momento en que la necesitaba."
"Me divierto al ver que esta noche ella está celosa. Aunque sea una virtuosa del violín, una guerrera en el arte de conseguir lo que desea, nunca ha dejado de ser una niña y nunca dejará de serlo, como yo y todos aquellos que realmente desean lo mejor que la vida puede ofrecer tampoco dejaremos de serlo. Sólo un niño puede hacerlo. Provocaré sus celos, porque así sabrá a qué atenerse cuando tenga que lidiar con los celos de otros. Aceptaré su amor incondicional porque,cuando ame incondicionalmente otra vez, sabrá qué terreno estará pisando."
"Hilal está sorprendida. Quería mostrarme algo aparte de su talento para el violín, pero ha pisado un terreno peligroso, el único en el que mi tolerancia es absolutamente cero.
Tatiana debe de creer que soy un maleducado, por eso se pone de parte de su nueva amiga:—Pero ¿las oraciones no nos acercan a Dios?
—Te respondo con otra pregunta. ¿Todas esas oraciones que dices harán que el sol salga mañana? Por supuesto que no: el sol nace porque obedece a una ley universal. Dios está cerca de nosotros, independientemente de las oraciones que digamos.
—¿Quieres decir que nuestras oraciones son inútiles? —insiste Tatiana.
—De ninguna manera. Si no te levantas temprano, nunca podrás ver cómo nace el sol. Si no rezas, aunque Dios esté siempre cerca, nunca serás capaz de notar Su presencia. Pero si crees que solamente conseguirás llegar a algo a través de invocaciones como ésa, entonces más vale que te mudes al desierto de Sonora en Estados Unidos, o que pases el resto de tu vida en un ashramen la India. En el mundo real, Dios está más presente en el violín de la chica que acaba de rezar."
"—No tienes ni idea de lo que dices —comenta la editora, ahora mirando directamente a Hilal. Yo también pensé siempre que estaba preparadapara todo, hasta que nació mi hijo. Parecía que el mundo se desmoronaba en mi cabeza, me sentí débil, insignificante, incapaz de protegerlo. ¿Sabes quién se cree capaz de todo? El niño. Confía, no tiene miedo, cree en su propio poder y consigue exactamente lo que quiere.» Pero el niño crece. Empieza a entender que no es tan poderoso, que para sobrevivir depende de los demás. Entonces ama, espera ser retribuido y, a medida que pasa la vida, desea cada vez más ser correspondido. Está dispuesto a sacrificarlo todo, incluso su poder, para recibir a cambio el mismo amor que entrega. Y acabamos donde estamos hoy: adultos que hacen cualquier cosa para ser aceptados y queridos."
"El amor siempre vence a eso que llamamos muerte. Por eso no tenemos que llorar por nuestros seres queridos, porque siguen siendo queridos y permanecen a nuestro lado. Tenemos una gran dificultad para aceptarlo. Si no lo creéis, no merece la pena que siga con la explicación."
"Miro a Hilal con amor, el amor que se refleja como un espejo a través del tiempo, o de aquello que imaginamos que es el tiempo. Nunca ha sido mía y jamás lo será, porque así está escrito. Si somos creadores y criaturas, también somos marionetas en las manos de Dios; hay un límite que no podemos traspasar, porque es algo que fue dictado por razones que desconocemos. Podemos llegar muy cerca, tocar el agua del río con nuestros pies, pero está prohibido sumergirse y dejarse llevar por la corriente. Le doy las gracias a la vida porque me ha permitido reencontrarla en el momento en que la necesitaba."
"Me divierto al ver que esta noche ella está celosa. Aunque sea una virtuosa del violín, una guerrera en el arte de conseguir lo que desea, nunca ha dejado de ser una niña y nunca dejará de serlo, como yo y todos aquellos que realmente desean lo mejor que la vida puede ofrecer tampoco dejaremos de serlo. Sólo un niño puede hacerlo. Provocaré sus celos, porque así sabrá a qué atenerse cuando tenga que lidiar con los celos de otros. Aceptaré su amor incondicional porque,cuando ame incondicionalmente otra vez, sabrá qué terreno estará pisando."
"Hilal está sorprendida. Quería mostrarme algo aparte de su talento para el violín, pero ha pisado un terreno peligroso, el único en el que mi tolerancia es absolutamente cero.
Tatiana debe de creer que soy un maleducado, por eso se pone de parte de su nueva amiga:—Pero ¿las oraciones no nos acercan a Dios?
—Te respondo con otra pregunta. ¿Todas esas oraciones que dices harán que el sol salga mañana? Por supuesto que no: el sol nace porque obedece a una ley universal. Dios está cerca de nosotros, independientemente de las oraciones que digamos.
—¿Quieres decir que nuestras oraciones son inútiles? —insiste Tatiana.
—De ninguna manera. Si no te levantas temprano, nunca podrás ver cómo nace el sol. Si no rezas, aunque Dios esté siempre cerca, nunca serás capaz de notar Su presencia. Pero si crees que solamente conseguirás llegar a algo a través de invocaciones como ésa, entonces más vale que te mudes al desierto de Sonora en Estados Unidos, o que pases el resto de tu vida en un ashramen la India. En el mundo real, Dios está más presente en el violín de la chica que acaba de rezar."
"—No tienes ni idea de lo que dices —comenta la editora, ahora mirando directamente a Hilal. Yo también pensé siempre que estaba preparadapara todo, hasta que nació mi hijo. Parecía que el mundo se desmoronaba en mi cabeza, me sentí débil, insignificante, incapaz de protegerlo. ¿Sabes quién se cree capaz de todo? El niño. Confía, no tiene miedo, cree en su propio poder y consigue exactamente lo que quiere.» Pero el niño crece. Empieza a entender que no es tan poderoso, que para sobrevivir depende de los demás. Entonces ama, espera ser retribuido y, a medida que pasa la vida, desea cada vez más ser correspondido. Está dispuesto a sacrificarlo todo, incluso su poder, para recibir a cambio el mismo amor que entrega. Y acabamos donde estamos hoy: adultos que hacen cualquier cosa para ser aceptados y queridos."
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